By TBM ES
El valor es un concepto tanto medible y emocional, como subjetivo y complejo. Cuando reducimos la discusión de valor para los accionistas y añadimos sus expectativas a la ecuación, elevamos el nivel de complejidad de viajar a través del espacio en un contenedor-transportador a nivel molecular personalizado de un planeta a otro de lo que se sabe que es posible a lo que se imagina que es posible, así puede ser la Administración Estratégica.
Los inversionistas financieros miden el valor basado en lo que ellos creen que va a pasar frente a lo que está sucediendo. Resumen la capacidad prometida, la capacidad y la intención de la organización y deciden si la oportunidad es una buena inversión para ellos. La otra parte, menos tangible de la definición de valor es personal: ¿Está esta empresa haciendo o va a hacer algo con lo que usted está de acuerdo? Invertir en las balas para ir a las zonas de guerra tiene una alta probabilidad de obtener ganancias financieras, pero ¿Está usted bien con eso? Independientemente de la ética personal, se espera que los líderes de negocios de hoy en día, ofrezcan cada vez mayor valor y proporcionen el “retorno” que los inversionistas esperan, que tengan una visión de administración estratégica. Es particularmente difícil para el líder o para una determinada función de valor, alejarse de la influencia de los accionistas, por lo que la mayoría de las empresas se centran en el control de los llamados “generadores de valor.”
Vamos a llamarlas las “Siete Magníficas”, discutidas de forma independiente a través de una serie de blogs. Lo dejo a usted para decidir cuál es el “superhéroe del valor” más poderoso del grupo:
Si hay una cosa que nos gusta más, seguramente deben ser los ingresos. Nuestra línea superior refleja a la gente es nuestro producto y qué tanto precio podemos captar con las ventas específicas y los esfuerzos de marketing. Es más fácil bajar un precio que elevarlo (sin incluir las industrias del petróleo y las compañías aéreas), por lo que es importante obtener un precio justo. En una economía de mercado, el cliente determina en última instancia el precio-un principio simple impulsado por fuerzas dinámicas.
Echemos un vistazo a los factores clave que influyen en la cantidad de ingresos (dinero en efectivo) que puede dirigir nuestro producto:
Además, la gestión eficaz de ingresos requiere:
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