• La capacidad de fomentar el compromiso a través del reconocimiento del esfuerzo individual, promover la participación en la toma de decisiones y asegurar que cada miembro del equipo comprenda su contribución al éxito colectivo es fundamental.
  • Construir la resiliencia frente a desafíos y cambios, manteniendo una comunicación abierta y apoyando a los equipos durante las transiciones, fortalece la capacidad de la organización para adaptarse y mantener el rendimiento bajo cualquier circunstancia.