La eficiencia y la sustentabilidad van de la mano

Si convertimos a palabras llanas la filosofía Lean, es un método para “adelgazar” los procesos de todo el desperdicio que provoca decrecimiento en los buenos resultados. La sustentabilidad y la filosofía Lean tienen mucho en común: cuando se planea un proceso para evitar las fallas se está previendo que en el futuro cada una de sus piezas sea útil por más tiempo. Un ejemplo claro lo tenemos en una línea de proceso que adopta el principio Jidoka. Si esperamos a que sea el supervisor, último eslabón en la línea de trabajo, quien detecte un defecto en el producto no sólo estamos perdiendo tiempo de producción, estamos subestimando a nuestros recursos humanos.

El producto con fallas en una línea no optimizada de manera Lean será separado, inventariado, almacenado, recolocado en una nueva línea de supervisión, llevado a otra de producción para corregir el defecto o ser desechado. Todo este proceso puede evitarse y toda la energía ocupada en él también. Es muy importante tomar en cuenta que a cada de una de estas acciones le corresponden consumos de recursos distintos, desde las personas involucradas hasta las herramientas y consumibles que ocuparán para la tarea.

En una línea de producción que ha implementado el principio Jidoka, cuando un producto tiene una falla éste podrá ser detectado por cualquiera de las personas involucradas en la línea y ésta tendrá la capacidad de detener la producción. Recordemos que, como decíamos la semana pasada, la única energía que no contamina es la que no se consume. Al poner un alto en la producción y dejar de fabricar productos con defectos estamos ahorrando tiempo de revaloración, evitamos todo un nuevo proceso y nos vemos en la oportunidad de capacitar a nuestros recursos humanos para llevar a cabo distintas tareas, aprovechando su capacidad al máximo. La filosofía Lean es una manera de enfrentar cualquier proceso, y los tiempos actuales obligan a todos, tanto en lo empresarial como en lo personal, a revisitar nuestros procesos y localizar aquellos desperdicios.

¿Qué tan eficientes y sustentables son sus procesos?