By Eduardo Spina, Silverio Cruz
Cuando evaluamos las operaciones de fabricación de bajo rendimiento, cuantificamos tanto el potencial de mejora de desempeño como los costos de reparación de los equipos mal mantenidos. Estos costos pueden ser significativos en una amplia red de instalaciones.
Si usted detecta alguna de estas señales de advertencia de que el mantenimiento se está convirtiendo en área de oportunidad, podría ser necesario un diagnóstico de mantenimiento integral.
También se debe evaluar el mantenimiento productivo total (TPM) y las prácticas autónomas.
El propósito del diagnóstico es determinar si una área de mantenimiento tiene las capacidades, el liderazgo y la disciplina de proceso necesarios para cumplir con los resultados operativos. Cada área debe evaluarse en función de la madurez, el talento, el uso de herramientas, la propiedad del proceso y el desempeño.
El diagnóstico del programa de mantenimiento de una planta, comienza con una revisión de las métricas actuales. Las métricas de desempeño utilizadas variarán según el nivel de madurez de mantenimiento de la organización. Las métricas comunes incluyen: costos generales de mantenimiento, porcentaje de trabajo correctivo y preventivo, porcentaje de horas extra, turnos de inventario de almacén, porcentaje de trabajo de emergencia, efectividad general del equipo, tiempo de actividad/inactividad, tiempo medio entre fallas, retrasos en el mantenimiento, etc., y observamos que tan sofisticadas son las métricas, con qué frecuencia se actualizan y cómo se usan y comunican a los miembros del equipo.
Al revisar las prácticas de mantenimiento del equipo, revisamos el tiempo de revisión y los informes de mantenimiento preventivo. Observamos las prácticas de comunicación entre el personal del departamento de mantenimiento con otras áreas. Al caminar por el piso de la planta, buscamos condiciones de exceso de grasa, herramientas y piezas de repuesto, y si el equipo está funcionando. Si no, preguntamos cuánto tiempo ha estado inactivo. Si el mantenimiento está en proceso, vemos cuántos asociados están comprometidos y si todos están agregando valor.
El transcurso del diagnóstico tendrá una duración según el alcance, la complejidad y los datos disponibles. El análisis final cuantifica el impacto negativo de los niveles de desempeño actuales. Posteriormente, identificamos oportunidades de mejora, los posibles ahorros de costos y ganancias de rendimiento (en calidad, productividad, utilización de activos, etc.). El plan a futuro detallará los próximos pasos y estimará el tiempo de solución, los requisitos de recursos externos y cualquier otro gasto. El primer paso para darle la vuelta a un equipo de mantenimiento en dificultades es comprender el estado actual y el potencial de mejora. Un diagnóstico completo detallará las oportunidades actuales de mejora y los beneficios finales de invertir en un departamento de mantenimiento más eficaz.
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