La Mejora Continua, el valor para el accionista

En los últimos meses he hablado tres veces sobre el tema de Mejora de valor para el accionista: Desde “casarse” con la jornada Lean a la visión estratégica. Parece obvio, ¿no? Pero tal vez no.

Parece que hay varias trampas que impiden que un programa de Mejora Continua asuma una vida propia, se desconecta de la estrategia corporativa, y no mejoran el valor del accionista. Esto podría ser útil para llevar a cabo. En primer lugar, muchos programas Lean y SixSigma se inician a nivel de base o en el medio de la organización y no importa lo mucho que predicamos la importancia del liderazgo de la alta dirección… algunas jornadas Lean no captan la atención del director general. Esto es terrible.

El CEO debe ser el campeón del viaje y debe conducir por experiencia personal el viaje hacia la Mejora Continua. Usted no tiene que hacer una lista de forma en las que usted puede hacer que su Director/Presidente esté “a bordo” (libros, excursiones, visitas a las plantas, reuniones de igual a igual).

En segundo lugar, le falta la alineación y su equipo de trabajo se deja llevar con sus herramientas, acrónimos y actividades. Persiguen hacer la actividad y no los resultados. Ellos se enamoran con el proceso y no para convertir los proyectos a los resultados financieros. Le pasó a muchos programas de SixSigma en la década de los 90’s.

Por último, algunas empresas no pueden conseguir que el equipo financiero se involucre y los gerentes de finanzas abierta o de manera encubierta socaven los resultados. Usted debe lograr credibilidad con los ahorros que se proyectan. La única manera de hacer esto, es conseguir que el equipo financiero emita las normas sobre cómo reconocer y calcular los ahorros. Posteriormente, siga sus reglas y haga que se firme cada proyecto. De lo contrario, esto sólo queda como otro proyecto con los datos incorrectos. Así que si bien estas son tres claves para el éxito, no son los únicas tres…

Mi experiencia dice que estos son críticos: